miércoles, 7 de abril de 2010

Atrapado (Patricia, versión 1)

Mario es un hombre de mediana edad que, como la mayoría de la gente, se ha ganado la vida con mucho esfuerzo y trabajo. Es prácticamente una persona como cualquier otra, salvo por un pequeño detalle, que le hace especial. Desde hace tiempo, padece agorafobia (vive con miedo a los espacios abiertos). Debido a este trastorno, Mario lleva desde entonces otro tipo de vida. Trabaja desde casa, hace la compra por internet, el médico es el que va a su casa… no sale para nada. Desde que padece esta enfermedad vive con su hermana, que para él supone un pequeño apoyo en su día a día.

Un día, después de comer, aprovechó el sol que se colaba por la ventana y se acomodó en el poyete que había junto a ella. Se acostumbró a disfrutar esos momentos de soledad en los que su hermana estaba fuera. Cogió su taza de té y miró por la ventana.

Vio cómo una mujer embarazada tropezaba al cruzar la calle. La mujer se había torcido el pie, y dado su avanzado estado de gestación, le costaba incluso apartarse de la carretera. En ese mismo momento la mujer se desplomó. Mario se quedó paralizado; no podía creer lo que estaba pasando. Había una mujer embarazada, malherida y sin conocimiento en medio de una carretera con una curva que dificultaba notablemente la visibilidad. Pensó en asomarse y pedir ayuda, pero en ese momento no había absolutamente nadie. La calle de Mario era una calle bastante solitaria, no solía haber mucha gente y menos esos días de verano y a esas horas, por lo que las esperanzas de Mario desaparecieron cuando efectivamente comprobó que no había nadie más en la calle salvo la mujer en medio de la carretera.

Todo estaba ocurriendo tan deprisa que Mario se empezó a poner cada vez más nervioso. Estaba entrando en un estado de ansiedad y eso no era bueno para él. Estaba deseando ayudar a esa mujer, pero eso significaba salir a la calle, enfrentarse a su enfermedad, y ese pensamiento aumentaba aún más su pánico.

Nunca se había encontrado en esta situación; se encontraba totalmente bloqueado, muerto de miedo y extremadamente impotente. Estaba en sus manos ayudar a esa persona, y la única forma era ser más fuerte que sus trastornos. Lo peor era que cuanto más tiempo pasaba menos posibilidades había de ayudar a esa pobre mujer.


4 comentarios:

  1. Me gusta mucho la idea, y pienso que en la escena final habría que añadir algo que aportara acción (por decirlo de alguna manera). Que no sólo se reflejase en su expresión su frustración, sino que se notase más su indecisión haciendo algo, como acercándose a la puerta y manteniendo la mano cerca del pomo. Algo así.

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  3. Es una historia interesante aunque yo esperaba que el desenlace fuera otro (probablemente que superase su miedo y ayudara a la mujer).

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  4. Me gusta, el miedo me parece un sentimiento complicado de transmitir visualmente pero a la vez, muy interesante.
    Lo que pasa es que no encuentro el desenlace de la historia -veo más bien que planteas el conflicto y lo dejas en el aire, en una situación de mucha tensión. Aunque también puede ser una opción, dejarlo en el aire y dejar a los espectadores con el corazón en el puño.

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